1

Desconocer cómo puedes dejar de roncar.

2

Incapacidad de prevenir problemas de salud.

3

Estar mirando hacia otro lado, cuando existe la posibilidad de tener un importante problema de salud.

4

Desconocer las causas de problemas de salud que podrías estar padeciendo, tales como alteraciones neurológicas, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares… y por tanto acatarlos de forma directa.

5

No estar diagnosticado de un posible problema de salud y, por tanto, no poder tratarlo.

Roncador Simple

Tu ronquido se produce de forma esporádica, no se trata de un ruido fuerte. La causa es, por lo general, de origen postural, posiblemente, al dormir boca arriba.

El ronquido simple no es perjudicial para tu salud. Pero hay que estar atento a su evolución ya que puede evolucionar y convertirte en roncador patológico, asociado a apneas (SAHOS).

Roncador Social

No es perjudicial para el roncador, igual que el simple, sin embargo, repercute en las personas que duermen a tu lado. Al ser sonoro y repetido, les impide el sueño profundo reparador. Lo que puede afectar a tus relaciones. Al igual que el Roncador Simple, este puede evolucionar y convertirse en roncador patológico, asociado a apneas (SAHOS)

Roncador Patológico SAHOS

Los ronquidos de este tipo de personas se acompañan de largas pausas respiratorias (apneas). Es decir, dejas de respirar de forma repetida durante el sueño, como si mientras duermes, constantemente, cada corto espacio de tiempo, te hicieran aguadillas, impidiéndote respirar.

Esto reduce el oxígeno en sangre y produce un sueño fragmentado y poco reparador. Lo que puede provocar cefaleas matutinas, hipersomnoléncia, cansancio crónico, reflujo gastroesofágico, hipertensión, apatía, sueño agitado, pesadillas, entre otros problemas de salud. Se conoce con el nombre de Síndrome de Apnea Hipopnea Obstructiva del Sueño (SAHOS).

• Valoraremos tu Stop Bang: Breve cuestionario que nos da una idea de si puedes, o no, sufrir apneas mientras duermes.
• Analizaremos tu escala de Epworth: Mediremos el grado de somnolencia que tienes durante el día en distintas situaciones cotidianas.
• Estudiaremos tu historial clínico: Recogemos datos para saber tu estado de salud y saber si sufres alguna patología.
• Exploraremos tus medidas antropométricas: Medimos el peso, altura, perímetro cervical, índice de masa corporal… lo que nos permite evaluar posibles causas y hacer un seguimiento a largo plazo sobre posibles cambios.
• Realizaremos una exploración bucal: Exploramos la cavidad oral, desgaste dientes, tamaño lengua… observando características que puedan indicar que ronques y/o hagas apneas.

Así podremos saber si sufres SAHOS, es decir, si tus ronquidos pueden estar acompañan de largas pausas respiratorias (apneas). Reduciendo el envío de oxígeno a la sangre y provocando un sueño fragmentado y poco reparador, en cuyo caso, te recomendaremos realizar un segundo estudio (poligrafía respiratoria).

El segundo estudio consiste en una sencilla, pero completa prueba que se realizas en casa, mientras duermes, y que nos facilita información completa sobre tu nivel de apneas.

Te facilitaremos un aparato que deberás colocarte por la noche, cuando te vayas a dormir.

Después de esa noche, deberás traernos de nuevo el aparato. Este habrá medido tu:

• Flujo Respiratorio
• Ronquidos
• Número de apneas (Pausas Respiratorias)
• Nivel de Oxígeno en Sangre
• Frecuencia cardiaca
• Postura al dormir
• Esfuerzo Respiratorio

Estos resultados nos permiten hacer un estudio que nos dirá si padeces una roncopatía y/o SAHOS, y medir la gravedad del mismo.

Así, podremos valorar y recomendar el tipo de tratamiento más eficiente para tu caso en concreto, que te explicaremos detalladamente.